Utiliza la respiración para rejuvenecer
Salud y Bienestar
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Nuestra respiración es un portal para la eterna juventud. Mediante la respiración podemos entrar en contacto con todas nuestras células y, al mismo tiempo, con todo lo que nos rodea y con lo visible e invisible en nosotros mismos.
Redacción Macro Ediciones
Nuestra respiración es un portal para la eterna juventud.
Mediante la respiración podemos entrar en contacto con todas nuestras células y, al mismo tiempo, con todo lo que nos rodea y con lo visible e invisible en nosotros mismos. Realmente podemos “respirarnos” hacia cualquier sitio, liberados del tiempo y del espacio, ya que la respiración es como un medio de transporte que nos lleva a todas partes, incluso a cada órgano y cada célula de nuestro cuerpo.
Gracias a los ejercicios de respiración de LUMIRA podrás retomar energía y regenerar tus células.
Una respiración consciente no sólo nutre nuestro organismo, sino también favorece nuestra evolución espiritual, constituyendo el portal a la eterna juventud y la verdadera salud. Desgraciadamente, hemos “desaprendido” el ritmo natural de la respiración. Por consiguiente, no utilizamos la capacidad total de nuestros pulmones, lo cual reduce el aporte de oxígeno al organismo y es causa de envejecimiento.
Una respiración correcta es un medicamento potente que siempre tenemos a nuestra disposición y ¡no nos supone ningún gasto! En cuanto hayas comprendido cómo funciona, podrás practicarla constantemente hasta conseguir respirar correctamente de manera automática.
Respirar correctamente no es difícil: después de todo, los recién nacidos y los niños pequeños lo hacen espontáneamente. Más adelante, el niño se va cerrando en sí mismo, va generando miedos, no se mueve lo suficiente… y la respiración se hace gradualmente más superficial. Con el paso del tiempo ya no llega al abdomen y, a menudo, en el adulto ni siquiera circula por toda la cavidad torácica. Por tanto, en primer lugar, debemos aprender a respirar conscientemente, con ayuda de los ejercicios de respiración. El objetivo final es el de volver a respirar inconscientemente de manera profunda y relajada.
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Tan pronto como tu respiración fluya de nuevo por tu cuerpo con naturalidad y armonía, observarás que estás menos sujeto a la fatiga. Entre los efectos especialmente agradables de una respiración correcta contamos con una sensación más intensa de vitalidad, así como una apariencia más lozana y juvenil, aspectos que nos interesan particularmente.
Ahora puedes hacer los ejercicios descritos a continuación y elegir aquél o aquéllos que te resulten particularmente agradables, los cuales deberás practicar con regularidad. Primero lee las instrucciones con calma, y después hazlos con placer y con amor.
EJERCICIO
Respirar correctamente
Siéntate cómodamente, pero con la columna vertebral derecha. Ahora, concéntrate en tu respiración. Inspira a fondo en el abdomen, después espira lenta y profundamente. Mientras inspiras, el abdomen se expande naturalmente y por sí solo, durante la espiración eres tú quien lo contrae ligeramente hacia dentro, en dirección a la columna vertebral. Ejercítate entre uno y cinco minutos; después, haz una pausa.
EJERCICIO
¡Bostezar es sano!
Bosteza abriendo bien la boca y estírate. El bostezo es una pequeña terapia respiratoria y un impulso rejuvenecedor, particularmente si te estiras con todo el cuerpo y bostezas varias veces.
EJERCICIO
Respiración alterna
Tápate el orificio derecho de la nariz, presionando lateralmente el ala nasal con un dedo. Ahora, inspira y, antes de espirar, haz un cambio, liberando el orificio derecho y tapando con otro dedo el orificio izquierdo. Espira y comienza de nuevo: ahora inspira por el derecho, cambia, espira por el izquierdo. Continúa así, alternando.
EJERCICIO
Para purificar los canales de energía
Tu espina dorsal debe estar perfectamente derecha y tu mirada dirigida hacia delante. Inspira por la nariz, manteniendo la boca cerrada. Ahora deja que la cabeza caiga hacia atrás, apoyada en la nuca y espira con la boca abierta. Imagina que la columna vertebral es un canal por el que circula energía. Mientras espiras, la energía sube por él hacia arriba, saliendo por la boca abierta y purificando así el canal.
Ahora coloca de nuevo la cabeza derecha-erguida. Inspira. Acto seguido, inclina la cabeza hacia el pecho, espirando por la nariz y manteniendo la boca cerrada, mientras imaginas que la energía se eleva de nuevo por el canal vertebral con la espiración y sale esta vez por la séptima vértebra cervical, en forma de energía luminosa.
Tras colocar la cabeza erguida, inspira de nuevo. Inclina la cabeza hacia el hombro izquierdo. Mientras espiras con la boca cerrada, imaginas que el aire sale por el oído derecho. Así purificas los conductos auditivos.
Coloca la cabeza erguida e inspira. Inclina la cabeza, ahora hacia tu hombro derecho. Durante la espiración con la boca cerrada, imagina que el aire es expulsado por la oreja izquierda. Coloca la cabeza erguida e inspira profundamente. Mientras espiras lentamente con la boca abierta, describe suavemente con la cabeza un círculo completo en el sentido de las agujas del reloj, emitiendo el sonido “AAAAAHHH”. Repite lo mismo, describiendo el giro en sentido antihorario.
El ejercicio se realiza tres veces.
Una vez más: no es necesario practicar estos ejercicios todos los días, pero quizá puedas integrar alguno de ellos en tu vida cotidiana.
Recuerda siempre: la fuente de tu juventud emana su fuerza en la respiración.
Si estos ejercicios de LUMIRA te han gustado, te aconsejamos la lectura de su libro: