Prevenir el envejecimiento con la Regeneración celular
Salud y Bienestar
Salud y Bienestar
El plan de rejuvenecimiento ofrecido por LUMIRA consta de 4 fases: 1. superación del antiguo sistema de creencias;
2. desarrollo de un nuevo sistema de creencias;
3. empoderamiento;
4. transformación activa y consciente de la estructura celular y regeneración completa del cuerpo.
Redacción Macro Ediciones
El plan de rejuvenecimiento ofrecido por LUMIRA consta de 4 fases:
1. superación del antiguo sistema de creencias;
2. desarrollo de un nuevo sistema de creencias;
3. empoderamiento;
4. transformación activa y consciente de la estructura celular y regeneración completa del cuerpo.
1ª FASE: el modelo de decrepitud física y envejecimiento se encuentra firmemente enraizado en nosotros o, más exactamente, en nuestras células.
En realidad, no somos conscientes del hecho de que se trata simplemente de uno de los innumerables programas que podrían ser posibles, y nada más. Este programa opera incesantemente en nosotros porque estamos ligados al sistema de creencias correspondiente, que ya adoptamos en el seno materno, absorbiendo los miedos y convicciones de nuestra madre y del ambiente que la rodeaba. Es así como incorporamos la creencia de que cuando seamos viejos moriremos, o que, con la edad, sobrevendrán la enfermedad y la muerte.
La realidad que percibimos a diario parece confirmar, sin sombra de duda, la veracidad y legitimidad, casi incluso irrevocabilidad, de este sistema de creencias. Pero, ¿podemos fiarnos realmente de lo que percibimos con nuestras limitadas impresiones sensoriales? Veamos qué ocurriría con un sistema de creencias basado en este otro principio, radicalmente distinto: “Somos lo que creemos que somos, y eso es precisamente la demostración de nuestra esencia divina.”
Cuando reconocemos nuestra verdadera naturaleza, nuestra esencia pura, tenemos literalmente la capacidad de cambiar y transformar todo, incluso de volver a crearnos a nosotros mismos desde el punto cero. Podríamos vivir una larga vida, mucho más larga de lo que ahora somos capaces de imaginar. Y podríamos mantenernos, además, sanos y radiantes. ¡Atrevámonos, por tanto, a sobrepasar los límites que nos hemos impuesto hasta ahora y derribemos las convicciones sobre las que se fundaban para hacer posible lo imposible!
2ª FASE: el desarrollo de un nuevo sistema de creencias depende de nosotros mismos.
Tenemos la fuerza necesaria para hacerlo, pero esta transformación sólo ocurrirá si nos abrimos a ella para poder asimilarla. Debemos estar convencidos, lo más firmemente posible, de la posibilidad de rejuvenecer y de regenerar nuestros órganos. Esta convicción nos concede seguridad y lucidez. Si todos nuestros sistemas están conectados entre sí y cooperan, en lugar de trabajar unos contra otros, se nos abrirán automáticamente nuevas posibilidades de creación.
3ª FASE: el empoderamiento es más que una creencia.
Es más bien la fuerza motriz de tu ser, que te conduce con el flujo de la vida y de la energía creadora divina. El rejuvenecimiento sólo puede tener lugar cuando tú mismo te otorgas el poder para vivirlo: si tú te eliges y optas por ti y por todo aquello que vibra en sintonía con tu alma. Esto significa que eres tú mismo quien te otorgas el permiso, recuperando así un poder que Dios te había donado.
Cuando decidí y me propuse no envejecer más, yo me concedí el permiso y el poder para ello. A partir de aquel momento, realmente he dejado de envejecer: no me han salido más canas, ni nuevas arrugas o achaques físicos. Diría incluso que he rejuvenecido y siento profundamente que esto no es más que el principio del proceso. Hoy día, no sólo parezco más joven que antes, sino que tengo un aspecto más radiante y vital. Me siento más feliz, más conectada, más ligera y, por encima de todo, más libre.
4ª FASE: la transformación de la estructura celular y la regeneración completa del organismo consisten en hacer retornar nuestro cuerpo, con amor, alegría y sensibilidad, a su estado natural y perfecto de armonía interior y exterior y de orden universal.
Al aceptar nuestro cuerpo con amor, también se hará visible la gran cantidad de energía con la que saboteamos nuestra vida que, a su vez, podremos aceptar incondicionalmente e integrar en el proceso. Se trata de un trabajo maravilloso que hace mucho bien al cuerpo, al espíritu y al alma. Conseguir sentirse uno mismo es hermoso y nos concede integridad y curación.
De esta suerte, disfrutamos de todo el potencial del que disponemos y utilizamos la fuerza de nuestro espíritu, que nos convierte en los verdaderos creadores de nuestra vida. Gracias a esta fuerza somos, por ejemplo, capaces de mantener o de recuperar la juventud en nuestro rostro, de restablecer nuestros órganos, de curarnos y regenerarnos.
Cada vez que me miro al espejo, compruebo lo estupendo y sencillo que es esto, ya que, con sólo saber cómo usar nuestras habilidades, el resto sucede por sí solo. Todo lo que precisamos para rejuvenecer está en nuestro interior y, en el fondo, no necesitamos nada que venga de fuera. En todo momento, podemos servirnos de nuestros instrumentos espirituales y facilitar eficientemente el proceso mediante una respiración correcta, actividad física adecuada y una alimentación sana.
Cada vez que los seres humanos se liberan de convicciones e ideas anticuadas y limitantes procedentes de campos colectivos y se conectan a campos del futuro nuevos y sanos, contribuyen a crear un futuro mejor para la humanidad.
Ahora deberías continuar con la práctica del ejercicio “Conexión con el nuevo campo del futuro” (PUEDE ESCUCHARLO AQUÍ MISMO)
MEDITACIÓN Nº 2: CONEXIÓN CON EL NUEVO CAMPO DEL FUTURO
Basta realizar esta meditación entre una y tres veces para que la información correspondiente quede retenida en tus células. Lo importante es sentir la conexión interior con la mayor intensidad posible, de modo que tu sistema memorice los nuevos conocimientos y los considere tu nuevo modelo de vida.
(Extracto del libro REGENERA TUS CÉLULAS)
Si este plan de rejuvenecimiento de LUMIRA te ha gustado, profundízalo con la lectura de su libro: