Extractores de zumo: sabor, salud y... reciclaje
Alimentación y Dietas
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Los extractores de zumo son pequeños electrodomésticos cada vez más difundidos en las cocinas particulares: son una óptima ayuda de cara a un consumo mayor y mejor de fruta y verdura, además de prestarse a realizar varias recetas.
Redacción Macro Ediciones
Las propiedades de los zumos vivos
Los extractores de zumo son pequeños electrodomésticos cada vez más difundidos en las cocinas particulares: son una óptima ayuda de cara a un consumo mayor y mejor de fruta y verdura, además de prestarse a realizar varias recetas. Algunos extractores multifiltro ofrecen la posibilidad de producir en casa, no solo zumos frescos de fruta y verdura, sino también leches vegetales (como la leche de arroz, de soja, de avena, de nueces...), así como cremas y salsas, helados y sorbetes de fruta.
Algunos objetan que con la extracción se acaban desechando grandes cantidades de producto, pero es fácil refutar esta idea, ¡incluso proponer una solución!
Punto 1: la fibra residual de la extracción es celulosa, es decir, un componente indigerible de la fruta y la verdura.
Esto significa que con esta parte “desechable” no perdemos nutrientes, simplemente el extractor separa del zumo aquello que nuestro organismo descartaría igualmente.
Punto 2: otros puntualizan que la fibra es importante.
¡Es completamente cierto! La fibra es indispensable para mantener limpio el intestino y sería un gran error eliminarla de la propia dieta.
Los zumos obtenidos con el extractor son utilísimos como integradores, no debemos verlos como sustitutos de una alimentación normal. Es decir: beber zumos no significa eliminar el consumo normal de fruta y verdura frescas, sino que nos ayuda a asimilarlas más.
Además, los zumos, contrariamente al alimento entero, son inmediatamente digeribles: una ventaja “estratégica” por ejemplo antes de hacer deporte o en el desayuno por la mañana, cuando necesitamos una rápida carga energética.
Los zumos apenas extraídos son además ricos en encimas, las sustancias que descomponen los nutrientes contenidos en los alimentos para hacerlos procesables en el cuerpo, por eso favorecen la digestión si los tomamos antes de las comidas.
Punto 3: ¡no tenemos porqué tirar la fibra obtenida con el extractor!
Existen varios modos de reutilizarla, por ejemplo, como base para hacer albóndigas de verdura, en la masa de recetas dulces (la fibra de la zanahoria, el limón y la naranja son ideales para las madalenas), añadida a crackers y pan, como abono natural para las plantas, incluso como mascarilla de belleza.
Algunos consejos para aquellos que quieran reutilizar la fibra:
- si hay piel (manzanas, melocotones...) debemos asegurarnos de haber escogido fruta biológica para que no tengan la superficie tratada;
- la fibra de por sí es pobre en nutrientes, por eso para vuestras recetas será necesario reintegrarlas combinándolas con nuevos ingredientes, por ejemplo: cereales y semillas (chía, almendras, nueces, sésamo...), fruta fresca, verduras de hoja, especias, brotes, legumbres...
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